Trouvez des réponses à vos questions les plus pressantes sur FRstudy.me. Trouvez des solutions rapides et fiables à vos problèmes avec l'aide de notre communauté d'experts expérimentés.
Sagot :
LA NIÑA QUE PODÍA VOLAR:
Érase una vez un niño que se llamaba Luis, quien tenía una amiga muy querida que siempre le decía que podía volar.
Todas las veces que se encontraban para jugar, la niña le contaba sus aventuras en los lugares a los que había ido volando.
Así, en las tardes de verano, se sentaban debajo de un árbol de manzanas y ella le decía: "Luis, ayer fui volando al desierto del Sahara y conocí a varios niños beduinos que jugaban con una rueda y una vara, y eran muy felices". Y el niño le decía: "¿Si? Amiga ¡cuéntame! Y ella le narraba hermosas historias de los nuevos amigos que tenía en el desierto. En invierno, la niña iba hasta casa de Luis y le lanzaba pequeñas piedras a su ventana y le llamaba: "¡Luis, ven que te contaré lo que hice ayer! Como aquí estaba haciendo mucho frío, me fui volando a una isla tropical, donde se está calentito y el sol brilla durante muchas horas. Hay altas palmeras y playas de arenas blancas y el mar que es de un color azul turquesa. El paisaje es bellísimo y las personas son muy amables y divertidas". Con mucho entusiasmo Luis le pedía a su pequeña amiga que le contara esas aventuras ya que lo hacía tan bien, que si Luis cerraba los ojos, casi podía sentir el aire marino soplar en su rostro y el sol calentar su piel.
Fue transcurriendo el tiempo y Luis y la niña "que podía volar" acudieron siempre a su cita diaria, hasta el día en que Luis cumplió doce años. Su querida amiga le sorprendió con la noticia de que se marcharía volando a un lugar remoto, en el que permanecería por unos cuantos años, educándose y aprendiendo sobre el mundo y su gente.
A Luis esto le dio cierto pesar, porque se había acostumbrado a los fantásticos relatos que le contaba su amiga, luego de ir volando a tantos lugares; pero a la vez sintió alegría por ella, ya que se marchaba para progresar y crecer en conocimientos y en su formación.
No le vio más durante muchos años, pero ocurrió que, cuando Luis obtuvo su licenciatura en letras, en la universidad, después de haber desbordado de satisfacción a sus padres; regresó a casa, ya convertido en un adulto y se fue a sentar bajo el viejo manzano y al recordar a su querida amiga, ella apareció, en medio de su ensoñación. Estaba de vuelta, había regresado y le dijo que ya nunca más se iría, que siempre volaría con él. Su nombre era: IMAGINACIÓN y ahora esa "niña que podía volar" le acompaña siempre en los vuelos que hacen juntos, en los libros que Luis escribe, porque ahora Luis es un famoso ESCRITOR. (ALEJ96 - 06/03/2016).
Érase una vez un niño que se llamaba Luis, quien tenía una amiga muy querida que siempre le decía que podía volar.
Todas las veces que se encontraban para jugar, la niña le contaba sus aventuras en los lugares a los que había ido volando.
Así, en las tardes de verano, se sentaban debajo de un árbol de manzanas y ella le decía: "Luis, ayer fui volando al desierto del Sahara y conocí a varios niños beduinos que jugaban con una rueda y una vara, y eran muy felices". Y el niño le decía: "¿Si? Amiga ¡cuéntame! Y ella le narraba hermosas historias de los nuevos amigos que tenía en el desierto. En invierno, la niña iba hasta casa de Luis y le lanzaba pequeñas piedras a su ventana y le llamaba: "¡Luis, ven que te contaré lo que hice ayer! Como aquí estaba haciendo mucho frío, me fui volando a una isla tropical, donde se está calentito y el sol brilla durante muchas horas. Hay altas palmeras y playas de arenas blancas y el mar que es de un color azul turquesa. El paisaje es bellísimo y las personas son muy amables y divertidas". Con mucho entusiasmo Luis le pedía a su pequeña amiga que le contara esas aventuras ya que lo hacía tan bien, que si Luis cerraba los ojos, casi podía sentir el aire marino soplar en su rostro y el sol calentar su piel.
Fue transcurriendo el tiempo y Luis y la niña "que podía volar" acudieron siempre a su cita diaria, hasta el día en que Luis cumplió doce años. Su querida amiga le sorprendió con la noticia de que se marcharía volando a un lugar remoto, en el que permanecería por unos cuantos años, educándose y aprendiendo sobre el mundo y su gente.
A Luis esto le dio cierto pesar, porque se había acostumbrado a los fantásticos relatos que le contaba su amiga, luego de ir volando a tantos lugares; pero a la vez sintió alegría por ella, ya que se marchaba para progresar y crecer en conocimientos y en su formación.
No le vio más durante muchos años, pero ocurrió que, cuando Luis obtuvo su licenciatura en letras, en la universidad, después de haber desbordado de satisfacción a sus padres; regresó a casa, ya convertido en un adulto y se fue a sentar bajo el viejo manzano y al recordar a su querida amiga, ella apareció, en medio de su ensoñación. Estaba de vuelta, había regresado y le dijo que ya nunca más se iría, que siempre volaría con él. Su nombre era: IMAGINACIÓN y ahora esa "niña que podía volar" le acompaña siempre en los vuelos que hacen juntos, en los libros que Luis escribe, porque ahora Luis es un famoso ESCRITOR. (ALEJ96 - 06/03/2016).
Merci d'être un membre actif de notre communauté. Continuez à poser des questions, à répondre et à partager vos idées. Ensemble, nous pouvons atteindre de nouveaux sommets de connaissances. Merci d'avoir utilisé FRstudy.me. Nous sommes là pour répondre à toutes vos questions. Revenez pour plus de solutions.