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Sagot :
Je t'ai corrigé tes fautes et tes erreurs syntaxiques. Je pense que ça devrait aller maintenant.
Hay mucho tiempo, cuando el mundo no ya no estaba terminado, el elefante vivía en la Sabana con un montón de otros elefantes. A esta época, todos los elefantes tenían lo que hoy día llamaríamos: una malformación. En efecto, tenían la nariz como la de los humanos. De hecho, se vieron obligados a agacharse para beber.
Un día unos de estos elefantes no pudo inclinarse suficientemente para beber porque tenía una lesión en la espalda, en el cuello y porque tenía muchas dolores en las rodillas. Fue a ver al rey de la sabana, un viejo león, y le explicó su problema. Su Majestad dijo: "He encontrado una solución: ¡ Voy a estirar tu nariz. Jajajaja. Pero no, es una burla, yo no puedo reparar una nariz larga como la tuya. Así que tienes que ir a ver a un mago». El Elefante, decepcionado, regresó a su casa. Encontró en el camino un hombre mago que le propuso curar su nariz. El elefante aceptó rápidamente, después de la fórmula mágica su nariz se puso a crecer, parecía no dejar de crecer... Le dolía mucho. Pero, después de unos días su nariz se volvió normal otra vez, pero con cicatrices. En el camino, se encontró con una bruja que hinchió sobre él: su nariz se hizo aún más pequeño. Descontento, el pobre animal se fue a casa y miró para relajarse, una película llamada Pinocho. Al día siguiente, se acordó de la película que había visto el día anterior. Así que decidió mentir para obtener una nariz más larga y esta estratagema funcionó.
Y fue desde este día que los elefantes tienen una trompa
Hay mucho tiempo, cuando el mundo no ya no estaba terminado, el elefante vivía en la Sabana con un montón de otros elefantes. A esta época, todos los elefantes tenían lo que hoy día llamaríamos: una malformación. En efecto, tenían la nariz como la de los humanos. De hecho, se vieron obligados a agacharse para beber.
Un día unos de estos elefantes no pudo inclinarse suficientemente para beber porque tenía una lesión en la espalda, en el cuello y porque tenía muchas dolores en las rodillas. Fue a ver al rey de la sabana, un viejo león, y le explicó su problema. Su Majestad dijo: "He encontrado una solución: ¡ Voy a estirar tu nariz. Jajajaja. Pero no, es una burla, yo no puedo reparar una nariz larga como la tuya. Así que tienes que ir a ver a un mago». El Elefante, decepcionado, regresó a su casa. Encontró en el camino un hombre mago que le propuso curar su nariz. El elefante aceptó rápidamente, después de la fórmula mágica su nariz se puso a crecer, parecía no dejar de crecer... Le dolía mucho. Pero, después de unos días su nariz se volvió normal otra vez, pero con cicatrices. En el camino, se encontró con una bruja que hinchió sobre él: su nariz se hizo aún más pequeño. Descontento, el pobre animal se fue a casa y miró para relajarse, una película llamada Pinocho. Al día siguiente, se acordó de la película que había visto el día anterior. Así que decidió mentir para obtener una nariz más larga y esta estratagema funcionó.
Y fue desde este día que los elefantes tienen una trompa
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