A
pesar de los progresos realizados en las últimas décadas, en términos generales
la
población gitana sigue teniendo bajos niveles educativos, abandona
tempranamente
la escuela (en muchas ocasiones sin
obtener una titulación) y
tienen
especiales dificultades para el acceso al empleo hay una especial vulnerabilidad
de la población gitana joven para acceder al empleo
o
mejorar su empleabilidad. Una de las diferencias más evidentes entre la
población gitana y la población general se encuentra en la variable edad: la
población gitana es más joven que el
conjunto
de la población. Los factores que inciden en esta situación son múltiples y dan
una idea de las prioridades que deben de seguir las políticas: elementos
relacionados con la
tradición,
hábitos y mentalidades; insuficiencia de recursos educativos y formativos;
así
como de oferta de empleo adaptada; falta de recursos adaptados de
acompañamiento;
escasa adaptación de los programas; falta de información o
información adecuada;
situaciones de discriminación, etc.
