MI HERMANA CONTEMPLÓ EL ROSTRO DE
UNA TRAGEDIA DE DIMENSIONES DESCOMUNALES:
Mi hermana, aún hoy, vive en Nueva York y para el día de los atentados
terroristas en las Torres Gemelas, ese fatídico 11 de septiembre del año 2001,
tenía cita médica en las cercanías del World Trade Center, por estaba sufriendo
de un problema gástrico y su doctor tenía su consulta en esa zona. Justamente
su problema de salud, se le manifestó con malestar estomacal, cólicos y
diarreas recurrentes, que le impidieron salir a la calle, ese día, por temor a
que le ocurriese un imprevisto en el trayecto a la consulta, con el
malestar que le aquejaba; por lo que tuvo que cancelar su cita, prevista
para las 9:00 de la mañana de ese día. Así que, a la hora en que se produjo el
primer impacto de uno de los aviones contra las Torres Gemelas, mi hermana se
hubiese encontrado en el lugar, ya que el vuelo que se estrelló contra la Torre
Norte impactó a las 8:45 am. aproximadamente y su cita cancelada estaba pautada
para 15 minutos después. Ante tanta tragedia y dolor que se vivió en la ciudad,
llamada la capital del mundo, y por la convicción absoluta de que ella pudo
haber estado entre la lista de los que perdieron la vida ese día, sino hubiese
estado impedida por su problema estomacal, mi hermana emocionalmente quedó tan
impresionada y afectada, que perdió el habla durante 10 días. No podía emitir
sonido alguno, la voz no le salía y sentía que las cuerdas vocales se le habían
quedado paralizadas; pero no tenía una razón orgánica para que ocurriese esto,
aunque su médico luego le explicó que su afectación era producto del estrés
post traumático que había experimentado por saberse y creerse salvada de un
trágico fin. Y así como mi hermana, canceló a última hora su cita médica,
que pudo haber sido su última cita con el destino; muchas otras personas hoy en
día, también pueden relatar sus vivencias milagrosas de ese día. Actualmente,
mi hermana vive la vida apreciando cada detalle de ella y mantiene un contacto
más cercano con la Divinidad y la gratitud hacia Dios, ya que considera que
solo Él, en su Infinita Misericordia, decidió darle una prórroga en su
transitar por esta etapa de su evolución espiritual, como ella suele decir,
cuando nos relata su experiencia de ese 11 de septiembre, en la ciudad de Nueva
York, su hogar, en aquél momento y aún en el presente.
